Emergencia en la vereda El Molino, continúa activa


  • El gobernador Silvano Serrano Guerrero lidera el Puesto de Mando Unificado para el monitoreo, atención y respuesta a la emergencia registrada el pasado noviembre en los municipios de Villacaro y Ábrego.

 

Por: Neyla González Carrillo

 

La Gobernación de Norte de Santander a través de la Secretaría Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres continúa con las labores de monitoreo y respuesta a la emergencia registrada el pasado mes de noviembre en el municipio de Villacaro, donde producto de la temporada de lluvias se registró un fenómeno de remoción en masa afectando a las familias de la vereda El Molino, y poniendo en riesgo a los residentes de las veredas Puerto Rico, Remolino, Brisas del Tarra, quebrada de Paramillo y El Tarrita, estas últimas pertenecientes al municipio de Ábrego.

 

Debido a las dimensiones del movimiento en masa se ocasionaron graves pérdidas humanas y materiales. Lamentablemente se produjo el fallecimiento de 5 miembros de una familia, que quedaron sepultados por el deslizamiento de tierra mientras se encontraban en su vivienda. De igual forma, se registró el colapso total y parcial de viviendas aledañas al evento, pérdidas de enseres y pérdida de aproximadamente 430 hectáreas de cultivos, así como animales de corral y semovientes, generando afectaciones significativas al aparato productivo local y la calidad de vida de las familias.

 

Desde el inicio de la emergencia el gobernador Silvano Serrano Guerrero lidera las reuniones de monitoreo, articulación, gestión y respuesta para la emergencia, coordinando oportunamente con las Entidades Operativas del Sistema Departamental de Riesgos, las actividades de intervención pertinentes y el plan de trabajo respectivo para brindar una respuesta integral a la emergencia y las necesidades de la comunidad.

 

El equipo técnico de la Secretaría Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres junto con profesionales de CORPONOR, Ejército Nacional, Policía Nacional, Voluntarios de la Defensa Civil, Cruz Roja, FUDRA, PONALSAR, CRUE, Secretaría Departamental de Vías y las alcaldías municipales, se han desplazado en múltiples oportunidades a la zona para adelantar labores de monitoreo, sensibilización y análisis técnico de la situación reportada, ya que posterior al evento se presentó la formación de un cuerpo de agua en la cresta del talud, reactivando las alarmas sobre el sector.

 

Inicialmente las visitas técnicas de inspección y monitoreo a la zona dan cuenta de que la el lugar se mantiene geológicamente activo por movimientos en masa y desplazamiento del material que se encontraba en reposo; así mismo, se evaluó el escenario mediante el concepto técnico del Servicio Geológico Colombiano, quienes realizaron visita en compañía de funcionarios de la Gobernación de Norte de Santander, evaluando y detallando no solo la magnitud del evento, sino generando también una serie de alertas y recomendaciones tales como el monitoreo permanente en espacios estratégicos, delimitación del área de acceso, restricción en el uso del suelo para actividades agrícolas y residenciales.

 

Continuando con las acciones de monitoreo, se realizó una nueva visita por parte de los expertos de la Secretaría Departamental de Gestión del Riesgo, quienes en acompañamiento de profesionales de Secretaría Departamental de Vías, CORPONOR, Defensa Civil y Ejército Nacional adelantaron estudios de topografía y batimetría del cuerpo hídrico formado, estableciendo sus dimensiones con ancho de 186 ml, 206 ml de largo y una profundidad de 19 ml en su cota más baja, y un volumen estimado de 180.000 m3 de agua.

 

Así mismo, se detecta que el material presente en el cuerpo de agua se encuentra saturado favoreciendo así la presencia de drenajes naturales laterales e inferiores lo que permite que el embalse, pese a las continuas precipitaciones, no llegue a su cota máxima y genere posibles desbordamientos.

 

Atendiendo las recomendaciones, lineamientos dados por los expertos y las indicaciones del Gobernador, se han articulado acciones de respuesta como la evacuación preventiva de las familias ubicadas en veredas aledañas al evento, así como las que se encuentran aguas abajo de la quebrada El Molino, ya que presentan posible riesgo por encontrarse en el área de influencia; también, se han establecido puntos de monitoreo permanentes en sectores estratégicos de los municipios y Defensa Civil, entrega de Ayudas Humanitarias de Emergencia con apoyo de los organismos de socorro y Save The Childrens, y jornadas continuas de asesoría y atención psicosocial para las familias afectadas organizadas por Cruz Roja.

 

Con apoyo de maquinaria amarilla la Gobernación en articulación con las Alcaldías Municipales de Villacaro y Ábrego están realizando labores de remoción de derrumbes y habilitación de puntos críticos en el sector El Tarrita – Puerto Rico – El Molino, de tal forma que por este corredor vial se habilite el transito humanitario y comercial para los productores y familias de la región.

 

Las actuales precipitaciones en el municipio vienen ocasionando diversas avenidas torrenciales producto del material en reposo de la parte superior del movimiento en masa, este material lodoso de coloración rojiza está siendo transportado por la quebrada El Molino, llegado hasta la vereda Puerto Rico del municipio de Ábrego afectando viviendas, cultivos, vías y puentes de acceso en el lugar.

 

Dicho material está avanzando aguas abajo siendo arrastrado por la quebrada El Molino hasta llegar a su intersección con el río Tarra, causando ciertos niveles de turbidez en el afluente, este movimiento del material se presenta por las fuertes lluvias de la zona, lo que causa que el material suelto sobre la superficie circule por el cauce del afluente.

 

En vista de la magnitud de la emergencia y continuidad en las lluvias, la Gobernación de Norte de Santander ha solicitado a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres el apoyo con un ejercicio de modelación del embalse, de tal manera que permita a establecer  las descargas y cubrimiento del agua en la zona ensayos de penetración standard (SPT), un estudio hidráulico, un estudio geotécnico y un estudio estructural de toda el área afectada, así como posteriormente, el desarrollo de obras civiles que implementen un sistema de drenaje del embalse, para un correcto manejo de escorrentías de aguas Lluvias de la vereda el Molino y Puerto Rico y la construcción de un canal de desagüe para la evacuación del agua en la zona afectada.

 

Con el ejercicio de modelación del escenario del embalse se permitirá la toma de decisiones de manera más precisa y técnica de tal manera que no se ocasionen traumatismos al sector, simulando diferentes posibles escenarios como el drenaje con mangueras con el fin de abastecer las actividades agrícolas y comerciales de la población que no se encuentra en riesgo, aportando también para la disminución paulatina de la lámina de agua, así como la determinación del trayecto del material acumulado, su área de influencia e impacto.

 

La Gobernación en articulación con las Entidades del Sistema Departamental de Riesgos mantienen activo el monitoreo, articulación de acciones de respuesta, atención y gestiones pertinentes para mitigar el riesgo de desastres en los municipios afectados.

 

Las precipitaciones continúan presentes en el departamento, por lo que en reunión del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres se evaluaron las emergencias generadas en el territorio, incluyendo la emergencia activa de los municipios de Villacaro y Ábrego, tomando la decisión de Declarar Calamidad Pública por Temporada de Lluvias 2023, como herramienta para la atención y respuesta de las afectaciones que se están reportando.

 

La Gobernación de Norte de Santander mantiene activas las alertas y el monitoreo permanente en la zona, brindando apoyo técnico, operativo y logístico a las alcaldías municipales y comunidades afectadas y damnificadas por este evento. De igual manera se solicita a la población acatar las recomendaciones de las autoridades, no ingresar a las zonas de riesgo, limitar las actividades agrícolas y habitacionales en las zonas restringidas, así como estar alerta ante todo incremento del caudal del afluente para poder tomar medidas y precauciones necesarias.