- Su propagación, que se presentó a causa de las llamadas “quemas controladas”, requirió de un despliegue operativo de gran magnitud con diferentes entidades.
Por: Diana Valderrama González
En respuesta a un incendio forestal presentado el pasado jueves 15 de agosto, sobre las 9:30 de la mañana en la vereda El Porvenir parte alta de Bochalema, la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres de Norte de Santander activó todos los protocolos necesarios para atender esta emergencia que se propagó por una zona boscosa de difícil acceso sobre la finca La Esperanza en esa región.
Fue necesaria la articulación con diferentes entidades como la Alcaldía de Bochalema, Defensa Civil de ese municipio, así como de Chinácota, Durania y Pamplona, además de la Policía Nacional, Ejército Nacional y alrededor de 40 voluntarios de la comunidad para controlar la conflagración.
Hasta el momento en el que se emite la presente comunicación, se han logrado descargar 4.100 galones de agua que, sumado al esfuerzo en tierra, han permitido controlar el incendio en un 90%.
Inicialmente a través de un dron, se evaluó el área afectada para posteriormente realizar un despliegue de personal. Asimismo, se llevó a cabo la creación de líneas de defensa que permitieran contener la propagación de las llamas.
Dadas las dificultades para acceder a la zona de la emergencia, desde Gestión del Riesgo se gestionó el apoyo aéreo con aviones Air Tractor AT-802, pertenecientes a la Dirección de Antinarcóticos y Área de Aviación de la Policía Nacional.
“Desde el sábado 17 de agosto, carrotanques de la Secretaría han suministrado el agua a los aviones para realizar descargas en la zona, permitiendo disminuir la fuerza del incendio”, indicó el secretario de Gestión del Riesgo de Desastres, William Vera.
Agrego que se ha gestionado un apoyo económico que será entregado a la Alcaldía de Bochalema, para suplir los gastos de logística del personal que ha estado atendiendo esta situación.
Según el último reporte realizado por las autoridades municipales, se han afectado un aproximado de 40 hectáreas de terreno, impactando de manera significativa en la fauna y flora de este sector, por lo que se ha recomendado realizar una evaluación de los daños y afectaciones en la zona, con el fin de desarrollar un plan de restauración. De igual manera, se hace un llamado a Corponor para evaluar este caso y se sancione a los responsables de este delito ambiental.
Las labores de atención a la emergencia no cesan, por lo que se continúa en constante monitoreo de la situación hasta garantizar la sofocación de las llamas en un 100%.